Contemplación Espiritual
Navidad Espiritual - 06 - Sus dones mágicos
La Navidad Espiritual - Español
27-12 Narración 6
Capítulo 6 del Evangelio de Acuario: La masacre de los niños por orden del Rey Herodes
Narración:
Narración 6 para la tarde del 27 Dic: La masacre de los niños por orden del Rey Herodes
Reflexión:
Reflexión 6 para el 27 de Diciembre: Sus dones mágicos
Narración:
Narración 6 para la tarde del 27 Dic: La masacre de los niños por orden del Rey Herodes
Como los sacerdotes magos no regresaron para hablarle del niño que había nacido rey, Herodes se enfureció. Y entonces sus cortesanos le hablaron de otro niño nacido en Belén, que debía ser el precursor y preparar al pueblo para recibir al rey. Esto enfureció más y más al rey; llamó a sus guardias y les ordenó ir a Belén y matar al niño Juan, así como a Jesús, que había nacido para ser rey.
Les dijo: Para que no haya error y para que estéis seguros de matar a estos que reclaman mi trono, matad a todos los niños varones de la ciudad que no tengan aún dos años de edad. Los guardias salieron e hicieron lo que Herodes les había ordenado.
Isabel no supo que Herodes quería matar a su hijo, de modo que ella y Juan estaban todavía en Belén; pero cuando lo supo, tomó al niño Juan y se apresuró a ir a las colinas. Los guardias asesinos estaban cerca y la presionaban con fuerza; pero ella conocía las cuevas secretas de las colinas, y huyó y se internó en una de ellas y allí se escondió con Juan hasta que los guardias se fueron.
Cumplida la cruel tarea, los guardias regresaron y contaron al rey lo ocurrido. Le dijeron: "Estamos seguros de haber matado al niño rey, pero Juan, el precursor, no pudo ser encontrado". El rey se enfureció con sus guardias porque no habían logrado matar al niño Juan; los envió a la torre encadenados.
Y otros guardias fueron enviados hasta donde Zacarías, padre del precursor, mientras este servía en el Lugar Sagrado, para decirle: El rey exige que digas dónde está tu hijo. Pero Zacarías no lo sabía y respondió: Soy un ministro de Dios, un servidor en el Lugar Sagrado; ¿Cómo podría saber dónde se lo han llevado?
Y cuando los guardias regresaron y contaron al rey lo que Zacarías había dicho, éste se enfureció y dijo: Guardias míos, volved y decid a ese astuto sacerdote que está en mis manos; que si no dice la verdad, si no revela el escondite de su hijo Juan, entonces morirá.
Los guardias volvieron y le dijeron al sacerdote lo que el rey había dicho. Y Zacarías dijo: No puedo sino dar mi vida por la verdad; y si el rey derrama mi sangre, el Señor salvará mi alma.
Los guardias retornaron de nuevo y contaron al rey lo que Zacarías había dicho.
Y ocurrió que estando Zacarías de pie ante el altar en el Lugar Santo ocupado en la meditación, un guardia se aproximó y con una daga lo atravesó. Zacarías cayó y murió ante la cortina del santuario del Señor.
Y cuando llegó la hora de la salutación en que Zacarías salía diariamente a bendecir a los sacerdotes, no salió. Y después de esperar largo rato, los sacerdotes entraron al Lugar Sagrado y allí encontraron el cuerpo del muerto. Y hubo dolor, profundo sufrimiento, en toda la tierra.
Ahora Herodes estaba sentado en su trono; no parecía moverse; sus cortesanos vinieron; el rey había muerto. Sus hijos reinaron en su lugar.
Reflexión:
Reflexión 6 para el 27 de Diciembre: Sus dones mágicos
El sol sale por el este. Un amanecer es la promesa de nuevas oportunidades. Si la "gran nostalgia" era como una niebla llena de formas no nacidas, entonces la salida del sol interior es el comienzo de un desarrollo completamente nuevo. El alma recién nacida comienza a crecer. Se deja guiar por una estrella, la estrella de Belén, la estrella de cinco puntas, también conocida como pentagrama.
A lo largo de los tiempos, el pentagrama ha sido el símbolo elevado del ser humano renacido, del hombre nuevo. También es el símbolo del universo y de su génesis eterna en la que el Plan de Dios viene a manifestarse. El pentagrama es también la estrella de cinco puntas de Belén que brilla sobre la cueva del nacimiento después del nacimiento de la luz, mostrando así el camino a los Magos.
En la Biblia, el nacimiento terrenal de Jesús en Belén se describe en el Evangelio de Mateo y en el Evangelio de Lucas, que relatan la historia de un grupo de personas que vieron una luz y, por lo tanto, se dispusieron para adorar al recién nacido.
En el caso de Lucas, fueron los pastores quienes recibieron un mensaje de un ángel que hizo que "la gloria del Señor" brillara a su alrededor, mientras que Mateo relata una historia sobre los Sabios o Reyes Magos de Oriente, la región de la aurora, quienes se pusieron en camino porque habían visto aparecer una estrella especial.
En el Evangelio de Acuario no sólo se menciona la historia de los pastores, sino también la de los Reyes Magos, para dejar claro que el cristianismo interior, el camino del nacimiento de la luz interior, es un camino para todos: para los pastores y para los sabios. Es decir, para los analfabetos y para los eruditos, para los pobres y para los ricos, para quienes están cerca y para quienes están lejos. Pero sobre todo, significa que es un camino doble en el que el ser humano interior y el exterior van juntos.
Pero esta sencilla historia de los sabios de Oriente nos dice aún mucho más. Los primeros seis versos del capítulo 60 del Libro de Isaías del Antiguo Testamento dicen:
¡Levántate! ¡Resplandece! Ha llegado tu luz; la gloria del Señor alborea sobre ti. Aunque las tinieblas cubran la tierra y la oscuridad las naciones, el Señor brillará sobre ti; la gloria de Dios aparecerá sobre ti. Las naciones se acercarán a tu luz y los reyes a la claridad de tu aurora. Alza tus ojos y mira a tu alrededor: todos se han reunido; han venido a ti. Tus hijos vienen de lejos, y tus hijas son traidas en brazos. Entonces verás y estarás radiante; tu corazón se estremecerá y se abrirá de par en par, porque la abundancia del mar se volcará sobre ti; la riqueza de las naciones vendrá a ti. Innumerables camellos cubrirán tu tierra, camellos jóvenes de Madián y Efa. Todos ellos vendrán de Saba, cargando oro e incienso, ...
La luz, la oscuridad, los reyes, el incienso y el oro: estos elementos también se incluyen en la historia de los Reyes Magos en el Evangelio de Mateo.
Los sacerdotes magos vienen de Oriente, de más allá del Éufrates (literalmente "la tierra de la gran fertilidad"), del otro lado del río. Venir del "otro lado del río" o del "otro lado del mar" es una referencia velada a "venir de otro plano de existencia". Una vez que el nacimiento de la luz ha tenido lugar, y la estrella brilla sobre la cueva del nacimiento, tres fuerzas espirituales comienzan a fluir.
Y uno tomó oro, símbolo de la nobleza; otro, mirra, símbolo del dominio y del poder; el otro tomó incienso, símbolo de la sabiduría del sabio.
En Isaías se lee: la abundancia del mar se volverá hacia ti, la riqueza de las naciones vendrá a ti.
Según las leyendas, los nombres de los Reyes Magos eran Melchor, Baltasar y Gaspar.
Melchor es presentado como un anciano blanco de Europa que ofrece oro; Baltasar como un negro africano de Etiopía que da mirra, y Gaspar como un joven sin barba, de Asia, que ofrece incienso.
¿Qué función cumplen los tres reyes magos? ¿Son reyes? ¿Son sacerdotes? ¿O acaso son magos? En las enseñanzas del cristianismo interior, los personajes de los Evangelios deben considerarse aspectos de nosotros mismos. Somos mucho más de lo que solemos percibir, y también somos mucho más ricos de lo que solemos pensar. Melchor, Baltasar y Gaspar son aspectos de nosotros mismos.
Melchor significa "rey de su ciudad" y simboliza el rey que hay en nosotros, el principio que dirige nuestra vida.
Baltasar significa "Dios protege" y simboliza al sacerdote que hay en nosotros, el principio que mantiene una conexión viva entre el dominio de la personalidad y el dominio del alma.
Gaspar significa "tesorero" y simboliza al mago que hay en nosotros, el principio que construye y realiza.
El rey, el sacerdote y el mago, corresponden respectivamente a la cabeza, el corazón y las manos. Y sus atributos son el conocimiento, el amor y la acción. En el ser humano nacido de la naturaleza hay tres personalidades interiores centradas exclusivamente en el dominio de la personalidad.
Sin embargo, tan pronto como se pongan al servicio del alma nueva, el conocimiento, el amor y la acción se manifestarán desde una dimensión diferente, desde un dominio diferente. Entonces, se transformarán en oro, mirra e incienso.
La cabeza, el corazón y las manos, tal y como los dirige ahora el alma nueva, son los dones mágicos que nos son dados. Proporcionan al ser humano en el camino todo lo necesario para trabajar desde el deseo ferviente de que cada camino en la vida sea luz, que cada acto sea coronado por la bondad y que todo lo que vive pueda prosperar a través de nuestra intermediación.
Ese es el arte real de la construcción, el Ars Magica, el arte de la Magia. Es: construir el nuevo templo del alma (Jesús), basado en la orientación de la vida purificada (María) y el pensamiento purificado (José). Si ese proceso está teniendo lugar dentro de usted, entonces su camino individual será de gran importancia para el mundo y la humanidad. Entonces, en usted se hace realidad la profecía de Isaías:
¡Levántate! ¡Resplancece! Ha llegado tu luz; la gloria del Señor alborea sobre ti. Aunque las tinieblas cubran la tierra y la oscuridad las naciones, el Señor brillará sobre ti; la gloria de Dios aparecerá sobre ti. Las naciones acudirán a tu luz y los reyes a la claridad de tu aurora.